Debo confesar que soy adicta al chocolate, pero como todos los adictos tengo momentos de alto consumo y otros de abstinencia. Sin embargo, un día como hoy estoy peleando con él o tal vez tenemos un momento de distanciamiento. Y es que para mi comer chocolates era una especie de "premio" en el día, pero un triste acontecimiento, de esos que afectan la raíz sentimental más profunda en cualquier persona, activo en mi cerebro la idea de:"no hay razón para premios ni para celebraciones". Pero claro, él no tiene culpa alguna en todo esto, siempre ha estado ahí, dispuesto como siempre a satisfacer mis sentidos. Y por esto, sin importar mi relación actual con él, soy defensora de todas sus bondades, porque lo veo de esa forma, ¿que puede haber de malo en algo tan versátil y delicioso?, así algunos lo acusen de tener altos contenidos de grasa y calorías.
Tarde o temprano me reconciliaré con él, lo sé, pero mientras eso ocurre aquí está un artículo que confirma el buen posicionamiento que tiene en mi y sé que igualmente en muchas otras personas.
Pasión por el chocolate
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